
El delantero del París Saint-Germain amagó con levantar a un jugador que estaba en el suelo, pero, finalmente, hizo otra cosa.
En el centro del campo, el árbitro le cobró una infracción a Neymar, a quien también le mostró la tarjeta amarilla. Entonces, el futbolista del PSG, tras aplaudir de manera irónica, se acercó a su rival, quien seguía en el piso, le extiendió la mano para ayudar a levantarlo y, cuando el jugador intentó sujetársela, el exbarcelonista se la retiró y se alejó con una sonrisa.
Desde su llegada al París Saint-Germain, los días de Neymar fueron convulsionados. Tuvo peleas en el vestuario, en especial con el uruguayo Edinson Cavani, advertencias de una pronta salida rumbo al Real Madrid, con alabanzas a Cristiano Ronaldo incluidas, y algunas diferencias con los rivales.