
Los problemas de dinero son la principal causa de divorcios, y los estudios han demostrado que mientras más frecuentemente discuta una pareja por dinero, su matrimonio es más propenso a desmoronarse.
Así que ¿Cómo pueden las parejas evitar a este asesino de matrimonios?
En muchas relaciones, tradicionalmente, se ha jugado con una confrontación de estos dos poderes. La mujer era la dueña del sexo y su manejo, el hombre aportaba el dinero y lo administraba.
Hoy las cosas han cambiado. El equilibrio amor, sexo, dinero es mucho más equitativo.
Una gran cantidad de parejas ocultan sus compras a su pareja para evitar confrontaciones, comienzan a mentir en pequeñas cosas que van minando la confianza y la franqueza deseable en una relación. La presión por la falta de dinero hace que surjan problemas de comunicación, tensión negativa en la familia, angustia y soledad. ¿Resultado? Crisis de pareja.
Cuando dejamos de pensar en el dinero como “mío” y comenzamos a pensar en él como “nuestro”, entonces podemos decidir juntos la mejor manera de usarlo para el bien de toda la familia.