
El incidente tuvo lugar el pasado 24 de marzo en Vitoria de Santo Antao, al sureste de Brasil.
El portal detalla que esta especie no es agresiva y que procede a atacar solo en caso de sentirse amenazada. Además, indica que la picadura de estos arácnidos no supone un peligro mortal para los seres humanos.
Un hecho curioso: el calor hace que estas arañas sean más rápidas. Así, si un ejemplar es capaz de cubrir una distancia de cuatro veces su tamaño en un segundo a 17ºC, a 38ºC podrá desplazarse 10 veces su tamaño por segundo.