
Ni las balas, ni las extremas medidas adoptadas por los agentes lograron detener a la fugitiva, que giraba alrededor de los policías mofándose de ellos.
Después de dar varias vueltas alrededor de la rotonda, la infractora finalmente abandonó la zona. Sin embargo, no llegó muy lejos, porque poco después fue detenida con la ayuda de más policías.