
Ver una luz al final del túnel parece ser la experiencia cercana a la muerte más común, pero según un reciente estudio puede que no sea la única.
En 2011 el señor A., un trabajador social de Reino Unido, fue admitido en un hospital después de desmayarse en el trabajo.
El personal médico estaba punto de insertarle un catéter en la ingle cuando entró en paro cardíaco. A falta de oxígeno, su cerebro dejó de emitir señal alguna.Técnicamente el señor A. había muerto.
Pero, a pesar de ello, A. recuerda lo que pasó después.
El equipo médico inició el procedimiento de reanimación y A. pudo escuchar una voz que decía: “denle un electro shock”, mientras se levantaba de la cama y presenciaba la escena.
Y en el historial del hospital luego se pudo verificar que lo que el señor A. recordaba era precisamente lo que había ocurrido en el lapso de tiempo en el que todo el mundo le creyó inconsciente.
Los siete sabores de la muerte
En cerca de un 50% de aquellos casos estudiados por Parnia, los pacientes eran capaces de recordar algo. Pero a diferencia del señor A., sus experiencias no parecían ser hechos que realmente ocurrieron.
Al contrario: recordaban escenarios alucinatorios que Parnia y sus colegas clasificaron en siete categorías.
“La mayor parte de ellas no son consistentes con lo que se cree que son las experiencias cercanas a la muerte”, dice.
“Parece ser que las experiencias de la mente en los escenarios cercanos a la muerte son mucho más complejas de lo que se creía en el pasado”.
Los siete escenarios son los siguientes:
- Miedo
- Ver animales o plantas
- Luz brillante
- Violencia y persecución
- Deja-vu
- Ver a familiares
- Recuerdo de cosas que pasaron tras el paro cardíaco
Aunque está claro que “la gente tiene experiencias en el momento de la muerte”, según explica Parnia, la forma en la que cada uno de los individuos elige interpretar estas vivencias depende totalmente de sus creencias.