
El ave, que cumplía una función esencial en la boda, ha generado el caos antes del ‘sí quiero’.
Todo parecía ir bien, cuando la lechuza entrenada para llevar los anillos y cuyos ‘servicios’ habían sido contratados, voló hacia el padrino y se colocó en su brazo. Pero luego despegó y se dirigió a uno de los invitados ubicado en la primera fila, el segundo padrino, cuando este hizo un gesto con el brazo.
El individuo, que no se esperaba la reacción instintiva del ave, cayó al suelo del susto, acompañado por las carcajadas de los presentes.