
A pesar de haber sufrido heridas en la cabeza, el conductor logró estabilizar el microbús que conducía y detenerse al costado de la carretera.
El hombre fue atendido en un hospital y se recuperó, aunque quedó con cicatrices en el rostro. A su vez, la Policía concluyó que las piezas metálicas que causaron el accidente pertenecían a un tambor de freno que se desprendieron de otro automóvil en movimiento.